Cristo es el único Camino Juan 14:6

viernes, 7 de octubre de 2011

La Visión Eclesiológica de Charles Spurgeon


Charles Spurgeon
Pastor Bautista
(1834 - 1892)
Creemos que los Bautistas son los cristianos originales. No comenzamos nuestra existencia en la Reforma, éramos reformadores antes que Lutero o Calvino nacieran; nunca salimos de la Iglesia de Roma, porque nunca estuvimos en ella, pero tenemos una línea ininterrumpida que va hasta los mismos apóstoles de Cristo. Nuestros principios aunque a veces han sido obscurecidos y olvidados, como un río el cual puede viajar por el subsuelo por un periodo corto; sin embargo siempre han tenido adherentes honestos y santos. Hemos sido perseguidos tanto por los católicos como por los protestantes; no obstante, nunca ha existido un gobierno con principios Bautistas que haya perseguido a otros; ni tampoco creo que ningún grupo de Bautistas jamás ha sostenido que la coerción de la conciencia es algo bueno. Siempre hemos estado dispuestos a sufrir, como la historia de nuestros mártires lo prueba, pero no estamos dispuestos a aceptar ninguna ayuda del estado, ni tampoco para prostituir la pureza de la novia de Cristo mediante alguna alianza con el gobierno. Nunca haremos que la iglesia la cual es la Reina, sea déspota sobre las conciencias de los hombres" (C. H. Spurgeon, Metropolitan Tabernacle Pulpit, 1861, pag. 225).

"Reflexiona primero en el hecho de que existe una Iglesia.
¡Qué maravilloso es esto! Es quizá el mayor milagro de todos los siglos que Dios tenga una Iglesia en el mundo... ¡Siempre una Iglesia! ...Cuando toda la fuerza de los emperadores paganos se precipitó como una avalancha atronadora sobre ella, se sacudió de encima la tremenda carga como un hombre se sacude los copos de nieve del abrigo, y siguió viviendo sana y salva. Cuando la Roma papal descargó su malicia aún más furiosa e ingeniosamente, cuando perseguían cruelmente a los santos en medio de los Alpes, o los acosaban en la tierra baja; cuando los Albigenses y los Valdenses vertían su sangre en los ríos, y teñían de púrpura la nieve, la Iglesia seguía viviendo, y nunca estuvo en mejor salud que cuando estuvo sumergida en su propia sangre...Nos preocupamos muy poco por la "historia de la Iglesia", pero si hay algo de importancia en ello, no debería ser utilizado por los católicos, sino que debería ser sostenido por la comunidad que siempre ha mantenido: "Un Señor, una fe, un bautismo..." (Ef.4:5). Los sufridos Anabautistas, en su historia, han tenido tal comunión con los sufrimientos de su Señor, y han dado tan puro testimonio de la verdad y la libertad, que no necesitan estar avergonzados...No sería imposible demostrar que los primeros Cristianos que vivieron en esta tierra eran de la misma fe y orden que las iglesias que ahora llamamos Bautistas...." (Extractos tomados de "Spurgeon - Un Príncipe Olvidado" de Iain Murray pág. 30y "El Depósito Cristiano" de Ford, citado por Jarrel, págs. 330-332).

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