LECCION #10
SANTIFICACION: ¿QUIEN NOS SEPARARA DEL AMOR DE CRISTO?, 8:17B-39
1. Los sufrimientos del presente en comparación con la gloria venidera, Romanos 8:18-27 18Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
- Podemos ver los sufrimientos del presente en comparación con la gloria que ha de venir, esta sección la podemos dividir en tres partes:
- Gemido de la creación vieja (18-22): es una en la que la muerte, la enemistad, el trabajo agobiante, los sufrimientos, la agonía, la frustración, la corrupción y el temor, son partes inherentes y universales, sin embargo, la creación misma tiene la esperanza de ser libertada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios, quienes son coherederos con Cristo (regeneración).
- El gemido de los hijos de Dios (23-25): Así que el Espíritu Santo es la primera parte de una abundancia de cosas buenas y bendiciones espirituales que Dios nos da. El hecho de que tenemos el Espíritu Santo implica la certidumbre de las demás bendiciones que hemos de recibir en el futuro. En el futuro seremos libres de la presencia de pecado, esto es una esperanza que no vemos, pero guardamos con paciencia.
- El gemido del Espíritu (26-27): “nos ayuda” quiere decir que el Espíritu Santo participa con nosotros en los intereses, las labores, los problemas y las dificultades; y así nos ayuda. La ayuda del Espíritu Santo en la oración es un ejemplo y una ilustración de cómo el Espíritu nos ayuda, no dice que nos quita la debilidad ni la dificultad, sino que nos ayuda en estas cosas. El Espíritu sabe cuál es la voluntad de Dios e intercede por nosotros de acuerdo con ésta.
2. La gloria que será revelada en nosotros, Romanos 8:28-30 28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
- Esta verdad no es para todo el mundo, sino solamente para los creyentes, aquí el propósito lo podemos ver en el versículo 29, es de hacernos conforme a la imagen de Cristo, con el gran fin de que Este sea el primogénito entre muchos hermanos.
- Pablo nos muestra el propósito de predestinar a los creyentes a ser hechos conforme a la imagen de Cristo, esto implica dos cosas: Que El es heredero principal que ya ha entrado en la posesión de su herencia.
Que El es preeminente sobre todos sus hermanos, nosotros somos herederos y co-herederos con Cristo.
3. Himnos de seguridad y alabanza. Romanos 8:31-39 31¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
1. “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (ver.31): Pablo conocía como nadie ha conocido jamás, el poder y la malignidad de Satanás y sus huestes, la energía perseguidora de los odiadores del evangelio.
2. Nos dará con Cristo todas las cosas. (Ver.32): Pablo pasa de algo infinitamente difícil que Dios ya hizo, para mostrar que Dios lo hará algo mucho más fácil.
3. Dios mismo es el que justifica. (Ver. 33-35): Si uno acusa a los escogidos de Dios, es una acusación contra Dios mismo, porque Dios es el que justifica. El texto original indica no solamente que Dios los justificó en el pasado, sino que continuamente los sigue justificando en el presente y en el futuro.
4. Nadie puede condenarnos (Ver. 34): Pablo aquí nos garantiza cuatro cosas que no hay nadie que pueda condenar al creyente, y cada una de estas cosas son muy enfáticas.
a. “Cristo es el que murió” (la muerte del hijo de Dios no fue en vano).
b. “más aun, el que también resucitó”.
c. “el que además está a la diestra de Dios”.
d. Cristo es “el que también intercede por nosotros”.
5. Nadie ni nada podrá separarnos del amor de Cristo (ver.35-39): estos últimos cinco versículos de Romanos se introducen con una pregunta retórica más: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”, luego citando una lista de cosas que nos podían separar del amor de Dios, pero Pablo mismo había visto todas aquellas cosas en su propia experiencia y vio en ellas el cumplimiento de Salmos 44:22.
“somos más que vencedores” es por medio de estas cosas que realizamos provecho y crecimiento espiritual, bendición gozo y perfeccionamiento de carácter espiritual.
La muerte no puede separarnos del amor de Dios, para el creyente es su entrada en el cielo; la muerte ha sido vencida y se le a quitado el aguijón, la vida no puede, ni las enfermedades, las debilidades la frustración, la soledad las persecuciones, las angustias, las cargas, las persecuciones ni las incertidumbres.
NADA, NADA, PODRÁ SEPARARNOS DEL AMOR DE DIOS…….AMÉN
PREGUNTA:
- Explique el Gemido de la creación vieja, de los hijos de Dios y del Espíritu (Romanos 8:18-27)
- Explique según Romanos 8:28-30, el tema “La gloria que será revelada en nosotros”?
- Explique según Romanos 8:31-39, el tema “himnos de seguridad y alabanza”?
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